‘Inhalación profunda’, de cómo el popper salió del laboratorio y entró en los bares gais y las tiendas de barrio (2023)

Desde los hospitales victorianos a los clubes de sexo de la década de los setenta, el vapor del popper ha liberado el potencial queer de muchas personas. Lo explica muy bien el escritor Adam Zmith en su libro Inhalación profunda. Historia del popper y futuros queer (Dos Bigotes), donde combina la investigación histórica con la observación irónica para abordar la sorprendente historia de cómo el popper salió del laboratorio y entró en los bares gais, las tiendas de barrio, los dormitorios, y las películas porno. «La gran historia del negocio en el siglo XX es cómo el capitalismo y los desarrolladores de productos crearon identidades colectivas a las que poder dirigir su publicidad», comenta Zmith, quien no pretende argumentar a favor o en contra del popper sino trascender esa y otras dualidades. «De amas de casa a adolescentes, de bebedores de Guinness a conductores de coches Ford. Los emprendedores como [Jay] Freezer y [Joseph] Miller hicieron lo mismo con los homosexuales y el popper. Quizá empezó siendo un medicamento victoriano, pero evolucionó hasta convertirse en un elemento perteneciente a una subcultura sexual y, para algunos, una identidad».

«Empezó siendo un medicamento victoriano, pero evolucionó hasta convertirse en un elemento perteneciente a una subcultura sexual y, para algunos, una identidad»

(Video) Booktrailer de 'Inhalación profunda' de Adam Zmith

Corría el año 1826 cuando un excéntrico científico llamado Antoine Jérôme Balard descubrió por casualidad el bromo. Varios años después, el mismo hombre hizo pasar vapor de nitrógeno a través de alcohol de amilo. «Este proceso produjo un curioso líquido del que emanaba un vapor penetrante», apunta Zmith en su ensayo. «Balard decidió acercar la nariz a este vapor e inhalarlo. Y se ruborizó. ‘Nada antes me había producido este efecto’, dijo a un colega, según Thomas Dormandy. ‘Soy un caradura, no me ruborizo con facilidad’.

Era el año 1844. Balard supuso que inhalar el vapor había dilatado sus vasos sanguíneos y disminuido su presión arterial». Aun así, al francés no se le ocurrió qué uso darle. De eso se encargaría años después Thomas Lauder Brunton, un médico e investigador escocés con gran potencial para convertir hallazgos en tratamientos basados en conocimientos fisiológicos. «Brunton observó que los vasos sanguíneos y los músculos se veían claramente afectados por el nitrito de amilo, y halló una forma de bajar la presión sanguínea de los pacientes sin recurrir a las sangrías. ‘Ya que creo que el alivio producido por las sangrías se debe a la disminución que ocasiona en la tensión arterial’, escribió, ‘se me ocurrió que una sustancia con el poder de disminuir [la tensión arterial] en un grado tan considerable como el nitrito de amilo probablemente tendría el mismo efecto y podría repetirse tantas veces como fuera necesario sin perjudicar la salud de los pacientes’».

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Curiosamente, Brunton comparte el año del descubrimiento del nitrito de amilo como tratamiento contra la angina con un salto adelante en los derechos de los homosexuales. Su artículo salió en 1867, el mismo año en que tuvo lugar el momento más importante en la historia de la libertad sexual. «A la vez que Brunton se presentaba ante sus colegas con el avance clínico que acababa de protagonizar, otro hombre, en otro país, también se levantó ante sus iguales», apunta Zmith. «Karl Heinrich Ulrichs era un abogado del reino de Hannover. Ulrichs pensaba que las leyes que regulaban la decencia pública criminalizaban los actos sexuales entre hombres de forma injusta y estaban fundamentadas en prejuicios. Le preocupaba que una eventual expansión de Prusia que se anexionara el reino de Hannover extendiera la prohibición absoluta de la sodomía». Ulrichs llevó su argumento a una conferencia de la Asociación de Juristas, celebrada en Múnich. «Se levantó ante quinientos abogados y, entre abucheos, hizo su declaración. En efecto, dijo: ‘Soy gay, y la ley es gilipollas’».

«El uso del nitrito de amilo se extendió a lo largo de la profesión médica y otros doctores empezaron a probarlo para tratar todo tipo de dolencias»

Lo que une a Brunton y Ulrichs, opina Zmith, es que en el mismo año ambos vieron «el potencial de nuestros cuerpos para ser liberados del sufrimiento y vivir vidas más plenas. Brunton y Ulrichs fueron innovadores que ayudaron especialmente a las almas queer a disfrutar de sus cuerpos, de manera individual y en comunidad». El escritor asegura igualmente que, cuando Brunton presentó la sustancia en una reunión del Colegio Farmacéutico de Gran Bretaña en diciembre de 1888, creó bastante interés: «El uso del nitrito de amilo se extendió a lo largo de la profesión médica y otros doctores empezaron a probarlo para tratar todo tipo de dolencias. Uno de ellos era el doctor James Crichton-Browne, ubicado en Yorkshire. Descubrió que el nitrito de amilo era de utilidad para las mujeres, en especial para aliviar los dolores menstruales y también el dolor posparto. Observando los efectos en los pacientes, Crichton-Browne quedó fascinado por el rubor que causaba».

Las tecnologías de producción y distribución crearon un producto farmacéutico viable y rentable con el nitrito de amilo, y lo llevaron al siglo XX. Pero, tal y como explica en su libro Zmith, pasaron muchos años antes de que la gente empezara a inhalar nitrito de amilo para follar. «La proliferación de este producto hizo surgir una subcultura que le dio un uso alternativo, en su mayoría hombres homosexuales con el deseo de dilatar sus anos y sentir un subidón en la cabeza. Con la expansión de las libertades sexuales durante las décadas de 1950, 1960 y 1970, también lo hizo el popper. Incluso cuando el sexo se interrumpió para los hombres gais en los ochenta, el popper estaba presente. De hecho, se creyó que el popper era el obstáculo, la causa de la horrible afección que primero se conoció como sida», comenta sobre una sustancia química que en los últimos años ha vuelto a las pistas de baile, a los sex shops y al porno.

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Efectivamente, Inhalación profunda sugiere una de las características más distintivas del popper: la forma en la que su identidad, su uso y su categorización existen fuera de la ley. «Las botellitas marrones con etiquetas llamativas son de venta libre en sex shops y supermercados del Reino Unido y Estados Unidos», relata Zmith. «Pero esto es solo gracias a un pacto entre las autoridades y los vendedores. Todo el mundo está de acuerdo en que este producto no es apto para el consumo humano, lo que significa que se etiqueta presumiendo usos ficticios como ‘ambientador de interiores’ o ‘limpiador de calzado’. De esta forma se vende, compra y posee legalmente. Las autoridades miran hacia otro lado ante la evidencia de que cada botella contiene un vapor que es inhalado por los humanos que las compran. Excepto en el caso de los humanos que las compran por error. Debe ser el único producto cuya venta permite el Estado amparándose en una mentira».

Aun así, Zmith atribuye a Estados Unidos el aumento de la popularidad del popper, cuyo negocio era mucho más agresivo por esos lares. Un hombre llamado W. Jay Freezer fundó en 1976 una empresa llamada Pacific Western Distributing Corporation (PWD) y, al año siguiente, le contaba ya a los periodistas que Rush, su marca de popper, debería venderse junto al champú y los macarrones. Freezer fue un pionero de la publicidad del popper en periódicos y revistas gais como Drummer, publicación dirigida a los fetichistas del cuero. «El negocio florecía», señala Zmith. «En esa época, el popper se vendía en Estados Unidos en botellas de 10-15 mililitros etiquetadas y con el logotipo de su marca, como Rush. Una fuente da la cifra de cuatro millones de botellas vendidas en 1977 […]. Inhalar popper en los setenta era una parte muy importante de la vida gay por lo fácil que era enviar por correo un producto tan pequeño y por la concentración de consumidores en Nueva York, Los Ángeles y San Francisco». Sin embargo, hubo otro emprendedor que creó un imperio aún más grande basado en esta sustancia química. Se llamaba Joseph Miller y empezó a manufacturar popper en la década de los setenta. Llegados los ochenta y noventa, ya se había forrado y convertido en una figura tan poderosa como controvertida en el ambiente de los negocios de Indianápolis, ciudad donde estableció su empresa, Great Lakes Products, que absorbió la compañía de Freezer tras su muerte, y en la que se suicidó en el año 2010.

«Como cualquier otra droga, el popper nos ayuda a creer que hemos escapado de nuestras circunstancias materiales. Se trata de una huída breve»

«El popper es a la vez un producto y lo que usamos para liberar nuestra alma», apostilla Zmith. «Como cualquier otra droga, el popper nos ayuda a creer que hemos escapado de nuestras circunstancias materiales. Se trata de una huída breve, como el alivio de la angina o del dolor menstrual. Para los hombres gais o para algunas personas queer, el popper es el aliciente añadido de la historia compartida, parte de una cultura, una experiencia en grupo. Inhalar también puede ser una experiencia extrema para aquellos que así lo prefieren, con vídeos de entrenamiento y máscaras que obligan a tomar inhalaciones profundas. Los que desean dilatar sus anos también pueden conseguirlo. Inhalamos de nuestras botellitas porque queremos liberarnos de nuestros cuerpos. En el fondo, sabemos la verdad sobre ellos: son el material que da a los demás cien razones para categorizarnos. En realidad, queremos ser vapor, como Odo en su momento más trascendente. Queremos que el mundo vea nuestro verdadero yo. Podemos llamar a esto nuestra alma».

FAQs

¿Qué pasa si se inhala popper? ›

Producen un efecto estimulante y vasodilatador que se percibe a los pocos segundos de inhalar la sustancia, con sensación de euforia, ligereza, y aumento del deseo sexual, aunque estos efectos desaparecen rápidamente y dan paso a una sensación de agotamiento.

¿Cómo se inhala el popper? ›

El poppers no se consume por inyección sino por inhalación. Ya debes haber visto a los usuarios de poppers tomar el producto por vía nasal para beneficiarse de los efectos. Así que inhala el aroma del popper directamente por la nariz acercando la botella a una fosa nasal y tapando la otra fosa con el dedo.

¿Cuánto tiempo dura el popper en el cuerpo? ›

¿Qué produce en el cuerpo? Los poppers relajan la musculatura de los vasos sanguíneos (venas y arterias), produciendo vasodilatación. Estos efectos ocurren al poco tiempo del consumo y tienen una duración corta, de tan solo 2 o 3 minutos.

¿Cómo se elimina el popper? ›

Pablo Otero, director de la sección en español de Drugs and me, explica que el popper se elimina principalmente a través de la orina y se metaboliza en el hígado.

¿Cómo se elimina el popper del cuerpo? ›

Esta sustancia se elimina del cuerpo mediante la orina y su proceso de metabolización tiene lugar en el hígado. Este proceso se lleva a cabo en muy poco tiempo, entre una y 12 horas tras haber sido inhalado.

¿Cuántas veces puedes inhalar popper? ›

Al consumir no se debe realizar más de 4 inhalaciones de popper seguidas. Al inhalar toma un descanso antes de consumir de nuevo para evitar cualquier riesgo de dolores de cabeza.

¿Cómo saber si una persona consume popper? ›

Los efectos secundarios de la intoxicación por popper incluyen náuseas, hemorragias nasales, mareos, mareos y problemas respiratorios, y la exposición regular puede causar dolores de cabeza. El líquido volátil puede irritar los ojos y quemar la piel al contacto.

¿Qué pasa si mezclas popper con alcohol? ›

Poppers + sustancias depresoras (alcohol, GHB, opiáceos): la mezcla de poppers con sustancias depresoras puede aumentar las taquicardias y los riesgos de sufrir un paro cardio-respiratorio.

¿Qué olor tiene el popper? ›

¿Qué es el Popper? Los nitritos de alquilo o poppers son ésteres de ácido nitroso que se presentan en forma de un líquido altamente volátil, incoloro o amarillento a temperatura ambiente y de olor afrutado.

¿Cuánto vale un frasco de popper? ›

Cada frasco cuesta entre 20.000 y 50.000 pesos y tiene venta libre.

¿Cuál es el mejor popper para dilatar? ›

El nitrito de Butilo

Este popper es para muchos el producto más eficaz para dilatar los orificios, mejora también el orgasmo durante las relaciones sexuales.

¿Qué hace el popper en el cerebro? ›

Daño cerebral permanente. Estanca el desarrollo de neuronas. No puede generar dependencia física, aunque sí una fuerte dependencia psicológica. Se desarrolla gran tolerancia (necesidad de aumentar la dosis para lograr el mismo efecto) que desaparece tras una temporada sin consumir.

¿Cómo se usa el popper para dilatar el año? ›

Esta droga se inhala directamente, tras lo cual se experimenta una especie de ráfaga en la cabeza que dura dos o tres minutos. Durante el sexo, su empleo produce la sensación de que el orgasmo dura más. Algunas personas también afirman que sienten que sus órganos sexuales aumentan en volumen.

¿Qué pasa si consumo popper todos los días? ›

Incrementa la presión intraocular, por lo que su uso continuado aumenta la posibilidad de sufrir glaucoma, lo cual puede degenerar en ceguera total con el paso de los años. Los daños neurológicos provocados por el consumo habitual de popper pueden ser leves o graves según los hábitos de consumo.

¿Por qué el popper es legal? ›

¿Por qué es legal? La Seccional de Investigación Criminal (Sijin) de la Policía Nacional, dio a conocer que el popper no es una sustancia alucinógena, “la venta al público y de sus componentes es abierta al público porque es utilizado para limpiar elementos”.

¿Cómo saber si un popper es falso? ›

Los verdaderos poppers contienen 15 ml, sus botellas son delgadas (salvo la nueva versión del Everest Premium, que tiene boquilla ancha) y no cuentan con empaques de cajas de cartón.

¿Cuántos tipos de popper existen? ›

En términos generales, hay poppers de pentilo, amilo, propilo, hexilo y mixtos. En el pasado también se usaba nitrito de butilo, pero su venta está prohibida en la mayoría de los países europeos desde hace algunos años.

¿Qué droga es parecida al popper? ›

Cloretilo, la droga adolescente del 2000.

¿Dónde es legal el popper? ›

El popper es una droga ilegal en España (se persigue la venta para el consumo), aunque legal en otros países, como Francia o Reino Unido (donde un diputado conservador, Crispin Blunt, confesó utilizarlo como alegato contra su prohibición).

¿Qué te hace el popper en el cerebro? ›

Los daños neurológicos provocados por el consumo habitual de popper, pueden ser leves o graves según los hábitos de consumo. Los riesgos a largo plazo del uso regular de poppers, incluyen, entre otros, lesiones neurológicas, depresión respiratoria y metahemoglobinemia.

¿Cuántas veces se puede inhalar popper? ›

Al consumir no se debe realizar más de 4 inhalaciones de popper seguidas. Al inhalar toma un descanso antes de consumir de nuevo para evitar cualquier riesgo de dolores de cabeza.

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Author: Annamae Dooley

Last Updated: 08/22/2023

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