MIKEL BILBAO
Jueves, 3 de abril 2008, 05:01
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Humo' mostró el lunes en el Principal una de las posibilidades que ofrece la comedia de los últimos años. Es agridulce, satírica, no muy alejada de un costumbrismo remozado y puesto al día. Su estructura es clara y su composición es limpia, sencilla, exenta de efectismos. Su ambiente, personajes y situaciones, reconocibles como contemporáneos.
La versión teatral, la puesta en escena y el trabajo de actores evita el peligro de estatismo o, lo que sería peor, de ausencia de conflicto y de acción dramática. Nada de esto sucede aquí. Por el contrario, nos encontramos ante una peculiar comedia, con su fuerte dosis de ingenio, con su cuidado por el diálogo elegante y en ocasiones mordaz, y hasta su moderada acción dramática fluida y armónica.
Posiblemente el espectador ávido de novedades o el público que reclama un mayor riesgo en lo formal o una mayor implicación política o social en los contenidos quedará decepcionado. Sin embargo, y pese a esa ausencia de novedad, la historia se nos ofrece como una trama deliciosa, plena de humor y de una delicada ironía y, desde su planteamientos y pretensiones, teatralmente eficaz.
Se ha buscado la austeridad en la escenografía. En ese terreno, Jose Luis Raymond apuesta por una puesta en escena fría y funcional pero que define con nitidez los diversos espacios donde ocurre la acción.
Pero sobre todo destaca el trabajo actoral. Juan Luis Galiardo y Kiti Manver realizan un trabajo interpretativo muy ajustado a ese tono de aparente frialdad o de una pasión controlada vinculada a su peculiar relación y a su reencuentro. Saben jugar con sus personajes, los ven como unos 'otros', y esa distancia hace que lleguen más nítidos a la platea.
Singularmente, hemos de referirnos a Galiardo, un actor elegante, sutil, cautivador que domina los diversos registros y se muestra sereno siempre, dueño de la situación y de la acción. Si el montaje buscaba su lucimiento, el objetivo está plenamente logrado.